Shall be lifted - nevermore!
Edgar Alan Poe. The Raven
Y mi alma, de esa sombra que yace flotando en el suelo
no se levantará - ¡nunca más!
Edgar Alan Poe. El cuervo
Nunca más. Ya nunca más.
Como Dios nos cría y nosotros nos juntamos, en las redes estoy rodeado de viciosos de la arquitectura, que no hacen más que poner fotos y planos de edificios. Estoy viendo ahora más proyectos que en toda mi vida, de todas las partes del mundo y de arquitectos de quienes jamás había oído hablar.
Abundan más las obras tranquilas, sensatas y lúcidas que las espectaculares y extravagantes (sé elegir de quiénes me quiero rodear), hasta el punto de que en un primer vistazo a algunas de ellas llego a pensar: "Esto lo podría haber hecho yo". "Esto lo sabría hacer yo". (Pero llevo treinta y nueve años diseñando casas, varios cientos, y jamás he hecho nada ni remotamente parecido).
Una de las últimas casas que me han mostrado es esta:
Y ha desencadenado en mí una cascada de emociones(1), que es la que os voy a intentar contar aquí.